martes, 30 de abril de 2013

Salteado de habas tiernas

Quien tenga la suerte de tener en su cocina, ingredientes tan frescos, recién cogidos de la mata, no debe perder la ocasión, prepararlos sin perder ni un segundo y llevarlos directamente a la mesa.
Pues eso es lo que vamos a hacer, con estas habas tiernas. He recogido las más pequeñas que he visto y las vamos a preparar de una forma muy sencilla. No por no tener tiempo, ni enrollarnos mucho en la cocina, sino porque una delicia de esta clase y tan sumamente fresca, no necesita de mucha preparación, ni grandes aderezos ni preparativos. Salteadas, con piel incluida. De esta manera notaremos mucho mejor el sabor de las habas en temporada.


Ingredientes:

Habas tiernas
Jamón serrano
Ajos
Sal y aceite de oliva

Atención, un consejo. Como en esta ocasión tenemos unas habas pequeñas y sumamente tiernas, podemos optar por no hervirlas. Simplemente les cortamos las puntas y las picamos en trozos pequeños, rehogándolas con aceite y sal,  si se necesitara, añadiremos un poco de agua.

Pero si nos gusta, que estén más blandas, o por si su tamaño lo precisara... 
Debemos limpiarlas bajo el grifo, les cortamos las puntas, las tiras transversales si hiciera falta y picamos las habas en trozos. Cocemos en una cazuela con agua y un poco de sal. Con 10 minutos, es suficiente, luego hay que rehogar y si nos pasamos al cocer, quedan muy blandas y desmejoraría el plato.

Después de cocidas, las escurrimos y las pasamos a una sartén con aceite y los ajos fileteados. Seguidamente, añadimos el jamón serrano cortado en taquitos pequeños. Removemos y dejamos que rehogue todo hasta comprobar que las habas ya no suelten nada de agua. Rectificamos de sal.

Todo listo, emplatamos y servimos esta delicia tierna de temporada con todo el sabor.

domingo, 28 de abril de 2013

Un huerto en casa. ¡Hasta en cajas!

Las posibilidad de tener un huertecito, aunque sea un pequeño trocito de tierra para plantar unas pequeñas tomateras, hace que se nos despierte el ingenio...eso seguro.


Si la idea, de preparar un palet grande os parecía demasiado, ahora, no os podréis negar a preparar, algo tan sencillo, como una simple caja de frutas de plástico. Esto si que lo habéis visto en cualquier frutería de mercado.



Como visteis en una de las anteriores entradas, sobre las jardineras y macetas, "Un huerto en casa. En pequeño"
Debemos trabajar de la misma manera. Primero colocamos un plástico protector, para que no se salga el sustrato. Podemos sujetarlo en su parte más alta, con cinta adhesiva o como creáis más conveniente. 



Hacemos algún agujero al plastico, para que salga el agua en demasía, y crubrimos el fondo con unas piedras, para favorecer el drenaje.


Añadimos el sustrato y un poco de abono para mejorar la tierra, y ya tenemos listo, nuestro cachito de huerto para plantar lo que queramos. Como podéis comprobar, tiene la altura suficiente para mantener cualquier raíz.

Más sencillo, no os lo puedo poner.

De todas maneras, si hasta ahora no os convence ninguna de las propuestas que  he mostrado, seguiré enseñando nuevas ideas, que seguro os resultarán muy útiles.

Muchas gracias a Jesús, por echarme una mano.

viernes, 26 de abril de 2013

Así se ve la primavera

Aunque parece que en los próximos días, el Invierno no quiera dejarnos. Espero que dure poco. La Primavera a hecho acto de presencia, y eso se nota.


Hay que reconocer, que una Primavera así, después de tantas lluvias, hacen que todo cambie y se vea impresionante. En los campos, abundante hierba verde, y en los jardines, cualquier flor, es un espectáculo. Como esta Anémona o Amapola de lujo.


Los membrillos también están abriendo sus flores. Si dieran los membrillos tan grandes y bonitos como son las flores...no quiero ni pensarlo. ¡Tendremos membrillos para aburrir!


Hasta las habas, con la llegada del sol, crecen sin mesura. Pronto tendremos ricas recetas con habas tiernas.

Mañana nos vemos, en una nueva entrega de "Un huerto en casa" 

Saludos

miércoles, 24 de abril de 2013

Arepas variadas

Llevaba tiempo esperando, para preparar esta receta, y eso que también es una de las habituales en casa. 
Originaria de Venezuela y Colombia, aunque también se suele preparar en Panamá, es un plato típico de estos países, junto con otro que adoro, muy típico pero de Venezuela,  las "Hayacas"
En nuestro país, es muy reconocido en las Islas Canarias, la cercanía y la cantidad de venezolanos que viven allí, la hacen muy popular.
La arepa, es un bollo o torta, hecho con una masa de harina de maíz precocida, abierta y repleta de cualquier rico relleno. Se pueden preparar de varias maneras, a la plancha, al horno o como las preparo yo, fritas en aceite, más fácil y rápido.
Podemos encontrar esta clase de harina de maíz, en muchos supermercados y grandes superficies. La más famosa y la que se encuentra en España más fácil, es la harina P.A.N. La podéis conseguir en dos formatos, harina de maíz blanco y amarillo, según del maíz que esté hecha.

Ingredientes para la masa:

Harina de maíz precocida
Agua tibia
Sal y aceite de oliva

Ingredientes para el relleno:

Carne de ternera (morcillo o babilla)
Cebolla
Pimiento verde
Tomate natural
Aguacate
Atún en aceite
Mayonesa
Huevos
Queso en lonchas

Atención, un consejo. Como veis, he obviado las cantidades. Para este plato, es complicado definir las cantidades para cada comensal, o si vamos a prepararlo para comer o para cenar, las cantidades pueden variar. En el caso que voy a explicaros, he utilizado 300 g de harina, formando 6 arepas de unos 12 cm de diámetro y algo menos de un dedo de grosor. Suficiente para una cena de tres personas. Pero en esto, ya se sabe, cada uno es cada cual.


Empezamos preparando la masa. En un bol amplio, ponemos la harina de maíz, sal y agua tibia, así se mezclará mucho mejor. Se recomienda siempre algo más de el doble de agua que de harina, o sea, por cada taza de harina, dos y casi media de agua. Lo comprobaréis al amasar, si queréis que esté más suelta la masa  más agua o no. 

Con la masa lista preparamos, con las manos un poco mojadas de agua para que no se nos pegue la masa, unas tortas de la medida aproximada que os he dicho antes. 
En una sartén con abundante aceite, las freímos a fuego lento para que se hagan por dentro, hasta que quede una capa crujiente por fuera. 

Mientras podemos preparar el contenido.

En esta ocasión vamos a preparar las arepas con tres rellenos, muy tradicionales. De "carne mechada", de "perico con queso" (huevos revueltos con queso) y de "aguacate con atún y mahonesa".

Cocemos la carne hasta que esté blanda, o la podemos utilizar, de cualquier otro plato que hubiéramos preparado con anterioridad. Las arepas son como las empanadas o las pizzas, se les puede poner cualquier cosa que tengamos. 
Cortamos tanto la cebolla el pimiento y el tomate. Sofreímos bien en una sartén con aceite de oliva, añadimos la carne guisada desmenuzada y sal. Damos un buen hervor a todo y reservamos.

Por otro lado,  rompemos unos huevos en la sartén con un poco de aceite caliente, con 3 huevos será suficiente. Añadimos un par de lonchas de queso y removemos hasta que los huevos queden bien hechos y deshecho el queso. También reservamos.


Y para finalizar, que ya casi están fritas las arepas. En un cuenco, ponemos un par de aguacates limpios, una lata pequeña de atún en aceite de oliva y una cucharadita de mayonesa.  Trituramos bien o utilizamos una batidora, hasta que se mezcle todo bien.

Listas las arepas, las presentamos, las abrimos por medio y las rellenamos.

Y nos las comemos todas, todas...

domingo, 21 de abril de 2013

Pollo estilo Kentucky

Una de las cosas que más me gustan, cuando como fuera y algún plato me gusta, es intentar recrearlo cuando llego a casa.
Aunque hay veces, que el intento es fallido, hay otras, que el resultado llega a ser mucho mejor. 
En esta ocasión os traigo una receta, que he comido infinidad de veces, en los innumerables restaurantes de "comida americana" y he perfeccionado tanto la receta en casa, que creo que es mucho mejor. He de reconocer que no es una receta muy complicada, pero me encanta como queda.
El pollo al estilo Kentucky, se caracteriza, por la cantidad de especias con la que se elabora el pollo, creo recordar, que en algún sitio leí, que la receta original, llevaba unas 19 especias diferentes. No por muchas especias el pollo está más rico. Veréis.


Ingredientes para 4 personas:
1 pollo troceado 
4 mazorcas de maíz
Harina de trigo
Mantequilla
Sal y aceite de oliva

Para el marinado:
Curry
Pimentón dulce
Pimienta negra molida
Orégano
Eneldo
Tomillo
Ajo en polvo
Una cucharadita de mostaza
Una pastilla de caldo de pollo
250 ml de leche

Atención, un consejo. Lo primero que tengo que deciros, es que las cantidades siempre son aproximadas, tanto para las piezas del pollo, como para las cantidades de especia para el preparado. Yo así,  me como medio pollo, pero por seguir un orden, os lo propongo como para 4 personas, unido con las mazorcas, es suficiente. 
En el caso de las especias, según los gustos. Yo suelo echar una cucharada de postre rasa por cada especia. Eso lo dejo a vuestra elección.

El primer paso, es unir todas las especias en un bol y remover hasta que quede todo bien mezclado. Reservamos 1/3 de esta mezcla para cuando enharinemos.

En un recipiente lo suficientemente grande, salamos los trozos de pollo y añadimos las especias mezcladas, la cucharada de mostaza, la pastilla deshecha de caldo de pollo y la leche. Removemos con la mano para que mezcle todo bien y reservamos. Tapamos bien el marinado y guardamos en la nevera. Es aconsejable que lo tengáis como mínimo 5 horas, pero es preferible de un día para otro.

Cuando se vaya a consumir, se prepara un recipiente con la harina mezclada con las especias que reservamos. Sin escurrir mucho el pollo, enharinamos y freímos en aceite caliente. Yo prefiero freírlo en una freidora para que se haga por todos los lados por igual.

Sacamos el pollo cuando esté bien hecho y dorado. Escurrimos en papel absorbente. 

Presentamos con unas mazorcas de maíz.  En esta ocasión son mazorcas precocidas que dan un resultado excelente. Yo además, las doy otro hervor de unos 15 minutos, para que el maiz esté mucho mejor. Cubrimos de mantequilla o margarina y un poco de sal.

Plato típico americano pero con mucho gusto...español.

miércoles, 17 de abril de 2013

Peras al Oporto

Las combinaciones entre las carnes y los licores, siempre han estado a la orden del día. Pero tampoco se que dan atrás, cuando los licores se alían con la fruta, el resultado puede ser de escándalo.
En esta ocasión, vamos a juntar en el mismo bando, una fruta tan habitual como puede ser la pera, con uno  de los vinos olorosos más utilizados en la cocina, el Oporto. Así aprovecho con esta receta y participo en el Reto de Abril de Cocinenos en el Mundo de Google+  en el apartado de Dulce (peras).


Ingredientes:

4 peras (en este caso variedad conferencia)
250 ml de agua
200 ml de Oporto
100 g de azúcar
1 cucharadita de azúcar avainillado
Canela en polvo


Como primer paso, cortamos la piel de las peras de arriba abajo, cortando un poco también, la base para que la pera asiente mejor, dejando con mucho cuidado, el rabito. Las peras que elijamos, no deben estar muy maduras, si es así, podremos perder el tino a la hora de cocerlas. Es  recomendable, que estén un poco más duras, así no nos podremos pasar en la cocción y cometamos el error que se nos deshagan. En esta ocasión son peras conferencia, muy dulces y consistentes.


En una cazuela, ponemos a calentar el agua y el azúcar hasta que se deshaga. Introducimos las peras, el azúcar avainillado, una pizca de canela y el Oporto. Cocemos a fuego lento de 30 minutos a 40 minutos, con la tapa puesta, todo dependerá de la madurez y el tamaño de las peras. Mientra cuecen, controlaremos con un tenedor el momento que estén listas. Si las peras no cogen mucho color, las tumbaremos y giraremos con mucho cuidado.

Terminada la cocción y las peras en su punto, dejamos que enfríen un poco, reservamos. Retiradas las peras, proseguimos reduciendo el caldo resultante, hasta obtener una melaza densa, que será definitiva para adornar nuestro postre.
Emplatamos, cubrimos las peras y adornamos el plato con otra pizca de canela.


Atención, un consejo. Podemos hacer un poco de nata para acompañarlas. En un vaso para batidora, 100 g de azúcar y 200 ml de nata para montar, batimos hasta tener una nata densa y cremosa, pero no que llegue a estar montada del todo.

El acompañamiento...es para los más golosos.

domingo, 14 de abril de 2013

Mi huerto. Preparando la tierra

Hoy vamos a hacer un pequeño paréntesis en enumerar la cantidad de maneras que tenemos de crear un huerto en casa, para enseñaros como llevamos el huerto de "El tiempo a bocados"


Parece que el tiempo, nos ha dado una tregua y nos han dejado, preparar nuestro pequeño huerto. Aunque la lluvia, ha sido muy abundante, el terreno estaba bien movido y ha filtrado considerablemente toda el agua caída. Sino hubiera sido así, aún tendríamos charcos de agua y la máquina, se hubiera hundido como en arenas movedizas. De esta manera, la motoazada puede moverse perfectamente y remover la tierra fácil y rápidamente.


Dando varias vueltas completas a todo el terreno, abrimos y removemos la tierra, para que transpire y facilite la próxima siembra, o eso espero, por que la primavera, parece que se resiste a aparecer al completo.


Después de pasar la máquina, rastrillamos todo para recoger las malas hierbas, que se han arrancado al arar, y quitar, las piedras que han salido y que no interesan en nuestro huerto, además de igualar el terreno, después del arado.


Como podemos ver, hemos dejado el terreno bastante igualado y limpio. Esperaremos a que el tiempo se asiente un poco más, evitando alguna posible helada, que en esta zona puede ser terrible después de plantar.
De todas maneras, unos días antes de preparar el riego y plantar, volveremos a pasar la motoazada para dejar el terreno mucho más suelto y listo para empezar.

Como veis, parece que nuestro pequeño proyecto, comienza a tomar forma. Espero que poco a poco, pueda ir enseñando un poco más del huerto de El tiempo a bocados.

Un saludo a todos

jueves, 11 de abril de 2013

Soja verde estofada

El poroto chino, judía mungo o como la conocemos aquí, soja verde. Es una legumbre con un alto indice en proteínas y muy, muy digestiva. Aunque aquí, conocemos mejor sus brotes, utilizados en infinidad de recetas. Hoy vamos a preparar esta legumbre, de una manera más tradicional, indicada para los que aún no la conozcan, y desconfíen de ella.
Vamos a preparar un estofado de soja verde, de la misma manera que si fueramos a preparar unas suculentas lentejas. Comprobaréis así que tienen un sabor y textura muy parecidos.


Ingredientes para 4 personas:

300 g de soja verde
1 chorizo
1 trozo de panceta o bacon
1 cebolla
1 tomate
1 pimiento verde
1 zanahoria
Pimentón dulce
Ajo y laurel
Sal y aceite de oliva

Primero limpiamos la soja. a diferencia de otras legumbres, la soja se descascarilla mas fácilmente que cualquier otra legumbre. Así que es posible, que encontréis cascarilla que es mejor retirar.
Cocemos en una cazuela normal, con agua y un poco de sal, durante unos 15 minutos a fuego lento. 

Transcurridos ese tiempo, retiramos del fuego y eliminamos el agua de la cocción, comprobaréis que es agua bastante oscura.

Rellenamos de nuevo la cazuela con agua tibia hasta cubrir, para que no se encaye la soja. Añadimos la panceta o el bacon, la cebolla y la zanahoria pelada, el pimiento. Pinchamos con el tenedor el chorizo y el tomate para que no se rompan y suelten todo el sabor. Ponemos también 2 hojas de laurel, unos dientes de ajo y una punta de cucharilla de pimentón dulce, siempre al gusto. Incluimos un buen chorro de aceite de oliva. Rectificamos de sal.

Dejamos que cueza de 15 a 25 minutos más, siempre a fuego lento y sin remover mucho para que no se descascarille la soja. De todas maneras, es conveniente vigilar y probar durante la cocción. Añadimos más agua tibia si hiciera falta.

Terminado el estofado, retiramos del fuego y emplatamos.

¡Un plato nuevo y distinto a vuestra lista!

lunes, 8 de abril de 2013

Huevas en vinagreta

Durante este fin de semana, he estado viendo, como se daban los últimos toques a la próxima feria de Abril en Sevilla. Me ha hecho recordar, la cantidad de pescaíto frito que he podido comer cuando he estado allí, por suerte, unas cuantas veces. Pero también recuerdo el buen vino y esas huevas rebozadas que tanto me gustan.
Así que hoy, vamos a preparar unas huevas de pescado, en este caso huevas de pescadilla, de una manera muy sencilla. Normalmente, en las pescaderías, tenéis huevas de palometa y de pescadilla, como hoy. Las más cotizadas, son de merluza, pero esas, son un poco más caras y difíciles de encontrar.


Ingredientes:

750 g de huevas frescas
1 cebolla
1 pimiento verde
Vinagre de vino
sal y aceite de oliva

Primero vamos a limpiar bien la huevas con agua debajo del grifo. Siempre teniendo cuidado y no romper la telilla que aguanta las huevas. Seguidamente, en una cazuela con agua y sal, vamos a cocerlas de 25 a 30 minutos a fuego lento, para que así, no se nos rompan.

Mientras tanto, cortamos la cebolla y el pimiento, ni muy fino ni muy gordo. Reservamos.

Cuando tengamos listas las huevas, retiramos del fuego, dejamos que escurran y que enfríen para cortarlas.

Teniendo las huevas ya frías, las cortamos en medallones de entre 2 cm y 3 cm aproximadamente, más pequeñas, podrían desmenuzarse. Quitamos la telilla que recubre las huevas. Probamos de sal, y añadimos el vinagre y el aceite al gusto. 

Atención, un consejo. Si queremos hacer este plato como una tapa o aperitivo, así puede valer. Pero si deseamos que sea un primero o para una cena ligera, podemos cocer unos huevos y cortados en trozos pequeños, serán el complemento perfecto.

Presentamos en la mesa, este delicioso plato.

viernes, 5 de abril de 2013

Un huerto en casa. En pequeño

Hace unos días, os explicaba la manera, de tener un pequeño huerto en casa, sea en una terraza o en un patio. La verdad, es que era un ejemplo un poco grande, pero de sobra, para que entendierais los quería deciros.
Hoy os traigo un ejemplo un poco más pequeño, pero igualmente posible. En esta ocasión vamos a plantar, en unas pequeñas jardineras, pero lo suficientemente profundas para sembrar, unas fresas.


Aquí tenemos las jardineras de unos 40 cm de largo por 20 cm de profundidad, suficiente para lo que queremos. Si no tenéis una jardinera, en un tiesto normalito, siempre que tenga algo de profundidad, como unos 15 cm, puede valer.


Lo que vamos a necesitar, es un poco de piedra para el fondo, para que el agua drene y no encharque las raíces. Ya lo vimos en la entrada del maceto-huerto. En este caso, vamos a utilizar un poco de marmolina, que encontraremos en cualquier establecimiento de jardinería. Normalmente, es para decoración, pero lo tenía en casa y es perfecto. Utilizarmos también sustrato vegetal, y un poco de mantillo para dar un poco de fuerza al sustrato. 


Necesitaremos una pequeña paleta, la clásica regadera, las semillas y unos pequeños cartelitos con el nombre de lo que vamos a plantar. Más adelante lo veremos mejor.


¡Empecemos! 
Colocamos en el fondo, una capa de piedras para que el agua no se retenga, drene mejor el tiesto y las raíces no se pudran en contacto de una posible agua retenida. también para tapar un poco los agujeros de la jardinera, si son muy grandes.


Rellenamos con el sustrato mezclado con un poco de mantillo. Podemos utilizar cualquier abono natural. En una próxima entrada, hablaremos de esto. Sembramos intentando dispersar todas las semillas por la jardinera. 


Cubrimos las semillas, con otra pequeña capa de sustrato. Como podéis ver en la foto, no he rellenado por completo la jardinera, de esta manera, al regar, no tendremos problema, que se salga el agua o el sustrato. Además, después de repetidos riegos, el sustrato se asienta y podríamos necesitar poner un poco más.


Regamos con la regadera de forma suave, sin muchas salpicaduras, para no levantar las semillas plantadas.


Con los palitos de los pinchos morunos y papel, creamos unos carteles para recordar, que es lo que hemos plantado. Aunque no se aprecia bien en la foto, podemos escribir también, la fecha del sembrado para saber, si todo va bien y no tenemos problemas con las semillas. Recubrimos con adhesivo para impedir que la humedad, pueda estropearlos.


Como podéis ver, no es tan complicado tener un pequeño huerto en casa. Ahora sólo hace falta ponerlos en un lugar soleado o bien iluminado y un riego controlado.
En esta ocasión, he plantado unas ricas fresas, eneldo, cilantro, salvia y un tiesto con cebollinos. En próximas entradas, os iré enseñando los resultados.

Espero que os animéis y plantéis muchas cosas para darle un toque más fresco y agradable a vuestra cocina.

martes, 2 de abril de 2013

Conejo con pasas

Ahora que entramos en época de definir los cuerpos para cuando llegue el veranito y mucha gente busca, la tan ansiada dieta milagro. ¡Que me perdonen algunos! ¡pero no existe!
Quiero hablaros de lo que realmente funciona, una dieta equilibrada y un ejercicio regular. No estoy hablando de dejar de comer y correr durante varias horas, eso no. Hay que comer bien, sin exceso de calorías, beber mucha agua  y un ejercicio normal, simplemente andar una poco todos los días, puede valer ¡Parece que voy para médico!
Por eso os recomiendo el  plato de hoy, un rico conejo, con las únicas calorías de unas uvas, que encima...son pasas, casi nada. La carne de conejo, tiene poca grasa, bajo contenido en calorías y vitamina B (B3, B6 y B12). !Ideal  para la línea!
En los próximos días, os traeré alguna receta para ayudaros a hacer esa dieta que tanto os cuesta.


Ingredientes:

1 conejo troceado
1 cebolla
2 dientes de ajo
100 g de uvas pasas
Pimienta negra molida
Sal y aceite de oliva

Comenzamos esta sencilla receta, salpimentamos los trozos del conejo. Para los más salseros y que no les importe tanto mojar un poco de pan, podemos enharinar un poco los trozos, después de salpimentar. La salsa que nos quede, resultará un poco más espesa.

Freímos en aceite caliente el conejo, hasta que los trozos estén bien dorados. Reservamos en un plato con papel absorbente, para retirar el aceite sobrante.

En el mismo aceite donde hemos frito el conejo, freímos la cebolla bien picada y los ajos cortados en láminas. Introducimos los trozos, las pasas y un poco de agua, hasta que apenas cubra el conejo. Rectificamos de sal y cocemos a fuego lento de 20 a 30 minutos. 

Listo el conejo retiramos del fuego y emplatamos.

Atención, un consejo. Es conveniente, que las uvas pasas, si no son muy frescas, estén a remojo un tiempo antes. Aprovechar si tenéis un poco de vino, para macerarlas debidamente. Les dará un gusto más agradable.

Espero que os guste.